Campo a través iba yo caminando
al encuentro de mi preciosa amada
con el alma henchida y esperanzada
y las violáceas flores admirando.
al encuentro de mi preciosa amada
con el alma henchida y esperanzada
y las violáceas flores admirando.
-Muy buenos días, justo Padre Armando.
¿Disfrutando de la emperifollada
mañana, bajo su luz enjaezada,
gracias al paseo que usted está dando?-.
¿Disfrutando de la emperifollada
mañana, bajo su luz enjaezada,
gracias al paseo que usted está dando?-.
-Así es, confiado salí, sin duda,
pensando: a quien madruga, Dios le ayuda.
Eso creía, grácil y buen mozo.
pensando: a quien madruga, Dios le ayuda.
Eso creía, grácil y buen mozo.
Mas la realidad siempre fue tozuda,
al verte me acordé de la cornuda
de tu madre y mi gozo cayó al pozo-.
al verte me acordé de la cornuda
de tu madre y mi gozo cayó al pozo-.
El Sietemesino
Ja, ja, ja. Muy buen soneto satírico. Te felicito.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.