lunes, 12 de marzo de 2012

Superávits, chinos y pastelitos



El lunes 27 de Febrero escribí estar de acuerdo con el Jefe Superior de Policía de la Comunidad Valenciana, cuando afirmaba sin pudor alguno que "los estudiantes son el enemigo". Cierto. Muy cierto. No tiene peor enemigo este caduco sistema explotador que aquel que es capaz de razonar, pensar, utilizar la mente. Por tanto, chapeau por el Sr. Antonio Moreno. En el clavo.
Hoy, catorce días después, escribo para convenir con el Presidente de Mercadona en que no solo debemos arrimar el hombro y apretarnos el cinturón sino que, además, "hay que trabajar como chinos". Como eficientes chinos de la china para que individuos de semejante pelaje puedan vivir, claro, cuales príncipes.
Encaja el asunto: dos lumbreras+afán de protagonismo
+micrófono cerca=perugrollada al canto.
Ocurre, sin embargo, que las declaraciones del Sr. Juan Roig son infinitamente...
...más peligrosas que las del Jefe de Policía, dado que están avaladas por el éxito. Unos benefecios del 19% (474 millones de euros) las respaldan, les dan credibilidad. Y España es un país sumido en la quiebra, ¿no? Y la hipoteca hay que sacarla de cualquier forma, ¿no? Y algo habrá que comer, ¿no? ¿Y el fin justifica los medios, ¿no?
La perla del fabricante de los deliciosos pastelitos "hacendado", pone a las claras que experimentamos una regresión cuyo punto de parada se encuentra en la primera mitad del siglo XVIII. Justo, justo, justo antes de la revolución industrial. Es decir, viajamos al feudalismo y esclavismo modernos; nos dirigimos a un lugar hyper controlado por las autoridades, donde las condiciones de empleo van desde las 12/14 h. diarias, pasando por 700/800 euros mensuales, hasta las horas extras no remuneradas y/o las dietas costeadas por el propio trabajador.
Pero...escribí "nos dirigimos", ¿verdad?  ¡Qué cabeza la mía, siempre tan optimista! Hace tanto  que
sufrimos las consecuencias de querer ser como los demás, de conceder mayorías absolutas, de permanecer impasibles ante la clase empresarial y política...
Soñábamos a pierna suelta cual bebés en la cuna del capitalismo y, de golpe, un estruendo nos ha sacado del letargo comprobando que las dulces palabras de mamá eran mentira, y la cuna una tumba, y nosotros zombies carentes de voluntad para conjurar el hechizo. Nos dejamos llevar indolentes por los encantos de la prostituta y, ahora, abandonamos preocupados la habitación con un violento picor en las partes pudendas. ¿Maldita meretriz? Incorrecto. ¿Lagartona del copón? Tampoco. ¿Entonces? Bobos. Inconscientes. Gilipollas. Ciegotontos. Notablemente lo definió Horacio Quiroga: "Es propio de corazones inferiores, culpar a los demás de las derivaciones de nuestros propios actos". 
Pero da igual. Seguimos a lo que seguimos, obviando el problema real y llenando el ambiente con acusaciones a quienes nos maltratan solo porque nosotros los legitimamos. No pasa nada. Lo importante, digo, es que a las seis hay fútbol y en la ciudad abundan esas tiendas de disfraces donde comprar una trenza, una túnica y un gorro cónico para eso. Para trabajar como chinos. Que, visto lo visto, es mejor que abrir los ojos.

El Sietemesino
Imagen (Google)

7 comentarios:

  1. Tienes una lengua afilada pero que se clava certera donde más pica de forma descarada. No sólo me gusta sino que no te falta razón.

    No somos conscientes pero ya hace bastante tiempo que nos dirigimos a una neohostia sin conteplación, pero claro que los sindicatos harán su particular visión y su estrepitosa huelga.
    ¡Hay que joderse!

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  2. Trabajar como chinos para cobrar como muñecos del pim pam pum, buen futuro nos aguarda a partir de este presente.

    Muy buena entrada. Hace tiempo que trato de no ir a las tiendecitas del Sr. Roig, pero tiene el éxito asegurado, ... como los xinos

    Saludos

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  3. Lo más gracioso es que el parásito que dijo la soplapollez de turno, no ha dado un palo al gua en su vida, porque heredó el negocio de papá.
    Aunque eso a los descerebrados adoradores del euro, no les preocupa. Si él ha podido llegar, ellos también podrán, aunque tengan que trabajar 16 horas... en Laponia. Seguro que así se hacen ricos y se pueden comprar el adosado en Torrevieja, o el Mercedes, al fin y al cabo ¿que más se puede pedir a la vida?.

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  4. Capital, riqueza, beneficio, consumo, trabajo, esclavitud.....

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  5. Habría que añadir además, que este señor es un grandísimo ignorante, o que jamás ha comprado un artículo chino, porque da la casualidad, que todos tienen en común su baja calidad, tanto en el material utilizado como en la mano de obra y su ejecución. El acero inoxidable se oxida, las soldaduras de desueldan, los tornillos se aflojan o se rompen, el acero templado es revenido y las brocas sólo sirven para hacer un agujero, el material electrónico es de tan baja calidad que los circuitos se queman, los lacados se astillan porque no se han hecho en hornos a las temperaturas pertinentes, y así podría seguir con todos los productos del mercado.
    Y para comprobarlos, permitidme una pregunta: ¿hay alguien que haya compado un producto "made in China" que le haya salido bien? Tiene premio el que horadamente diga que sí.
    Saludos y un abrazo.

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  6. Me refiero a los artículos de consumo actuales, no a la antigua artesanía, ¡ojo!. Que quede claro.

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  7. Se creerá el de Mercadona que los chinos trabajan bien...

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