jueves, 10 de noviembre de 2011

Mi amigo



Tengo un amigo llamado como yo
que no sale de casa
más que para lo necesario.

Un amigo de la misma edad que yo
que ha dejado de afeitarse
y que se levanta al mediodía.

Un amigo que vive entre fantasmas
y sueña con una muchacha
de cabellos rubios y ojos verdes
que conduce un coche blanco
desde el que lo saluda
mientras lo aparca bajo la ventana.

Sueña con una cara llena de lágrimas
diciéndole adiós en la madrugada;
con una cara y una mirada suplicante.

Mi amigo, que vive en la misma escalera que yo,
siente alivio cuando piensa
que el suicidio es una opción.

Él tomó la decisión
y ya no hay vuelta atrás;
sabe que nunca, nunca más
volverá a tocar su piel
ni escuchar su voz.
Sabe que morirá sin saber de ella
y ellá morirá
sin saber que él se arrepintió.

Los recuerdos le acechan
a cada momento, en cualquier lugar.
Hoy me contó que hace la compra
anteponiendo criterios:
"debe ser leche semidesnatada;
es la que le gustaba a ella".

La tristeza le ha comido
el brillo a sus ojos,
la obsesión le ha envenenado la sangre,
el sentimiento de culpa
lo mantiene aislado.

Mi amigo, que viste como yo
y que come en el mismo plato que yo
y que se apellida igual que yo,
no desea a esa mujer
ni la quiere,
 ni tampoco la ama.

Yo necesito a Sonia.

El Sietemesino
Imagen (Google)

2 comentarios:

  1. Hola Sietmesino, esta poema es precioso pero tiene un cariz muy triste que denota solitud, espero que estés bien, y tengas un buen fin de semana. Cuidate, y vive la vida. Un beso enorme!

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  2. Lo más indoloro es el veneno en la comida. Dicen que apenas lo notas.
    No me des las gracias ;) los consejos de suicidio son regalo de la casa.

    Ta ta. Z

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