miércoles, 14 de septiembre de 2011

Sauca y sus tics

Siendo sincero he de admitir que tenía pensado escribir sobre el Barça-Milán de anoche. Tenía intención de recrearme en el jugadón que hizo Messi y que valió para que Pedro empatara provisionalmente el encuentro, intención de destacar la brillante efectividad del equipo italiano, el cual convirtió en gol la única ocasión de que dispuso en la segunda parte e intención, digo, de admirar el hermoso tanto de falta directa obra de Villa. Sin embargo, una vez concluido el enfrentamiento europeo, mi propósito cambió radicalmente. Y la causa no hay que buscarla en el capricho ni en el arte de la magia, sino en Sergio Sauca Carrera.
Este hombre, periodista madrileño de cuarenta y ochos del que no suelen decir muy buenas cosas algunos de sus compañeros de profesión (leer entrevista de Eurosport a José Manuel Díaz 08/10/2010), es el locutor deportivo habitual de televisión española junto a...
...Juan Carlos Rivero (otro incendio al micrófono) y el encargado, ayer, de narrar el duelo arriba citado ante más de seis millones de espectadores.
Sauca, como el grueso de los comentaristas futbolíticos nacionales, suele llenar los tiempos con obviedades ("parece que el colegiado ha decretado córner"), reiteraciones ("sigue el empate a uno campeando en el electrónico") y chascarrillos varios ("¿sabían que Keving-Prince Boateng tiene un hermano que también juega al fútbol?"). Pero ayer decidió ir un poco más lejos que sus colegas y, mediada la segunda parte, soltó un truño de los que no se van ni pasando la escobilla, una aseveración que daña su ya de por sí maltrecha reputación de periodista. Escribo literalmente: "Sin que nadie se ofenda, lo de Guardiola da asco. Sólo tiene 40 años y ha ganado como entrenador más que cualquier otro en toda su carrera".
Una cita que pasará a la posteridad del género a modo de lo que no ha de decir todo aquel que pase por ser un buen periodista; una perla de la que incluso Gerard, colaborador anoche del susodicho, tardó un buen puñado de segundos en reponerse. Naturalmente, después de tomar conciencia de su metedura de pata, repito, antes más de seis millones de espectadores, Sergio intentó maquillarlo aplicando nerviosamente
tiritas ("es un gran entrenador, no cabe duda", "ha formado un gran equipo", "es un hombre brillante" y bla, bla, bla...), parches que no hicieron más acentuar el patetismo de su conducta.
No obstante, esta no es la primera vez que el periodista madrileño queda retratado por sus propios impulsos (¿qué otra razón puede haber para ello?). Durante la retransmisión del enfrentamiento de
Champions que tuvo lugar la pasada primeravera entre Barça y Madrid, ya tuvo que pedir disculpas públicamente a consecuencia de la enorme cantidad de protestas recibidas por pedradas tales como "al Real Madrid le quedan 10 minutos para remontar la eliminatoria" o "el Barça no está acostumbrado a jugar finales". Palabras con las que Sauca deja al desnudo un madridismo para nada reprochable, si no fuera porque una de las máximas del código ético del buen periodista es la objetividad.

El Sietemesino
Imagen (Google)

1 comentario:

  1. Y lo peor es que esta en una TV pública y le pagamos todos con nuestros impuestos.

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