miércoles, 15 de diciembre de 2010

A propósito de abstención

      Hay determinados momentos en los que nos sorprendemos compartiendo cama con una persona por la cual no sentimos más que indiferencia. En la mayoría de los casos, el puente que nos conduce hasta semejante situación no es sino la mutua necesidad. Y eso es, más o menos, lo que ocurre cada cuatro años entre el pueblo y el político, sin embargo, el motivo que lleva al astuto diplomático a compartir lecho con el borrego, no es tanto la necesidad de ambos como el lucrativo interés particular por parte del primero. 
      La masa es para ellos, los políticos, la chica fácil a la que solo recurren una vez cada cuatro años con un objetivo muy definido. En consecuencia, cada vez es mayor el número de posibles votantes que, en un acto de rebeldía, cierran sus piernas para no dejarse joder por alguien que solo se preocupa del ciudadano lo poco que dura la campaña de captación de votos.


      El Sietemesino
      Foto (Google)

6 comentarios:

  1. Estoy convencida de que esta cuestión no es tan fácil, pero sin duda alguna tienes toda la razón. No somos más que putas barriobajeras, sumisas que tragamos con lo que nos echan sólo por unas monedas venidas de "fuera". Y si, algunos nos da por cerrar las piernas, a la espera, de que aparezca un amante mejor, pero da igual que sean obreros, fachas, verdes...al final resulta que son todos iguales. Creo que los españoles padecemos un Sindrome De Estocolmo, sino no me explico que lleguemos a sentir simpatía por estes elememtos y luego les votemos...
    En fin, siento haberme extendido tanto, pero es que me has tocado la fibra sensible. Es que no puedo con la política...de este país:)

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  2. Por edad, he tenido tan solo dos posibilidades de votar en mi vida y las dos me abstuve de dar el voto a uno de los "caballos ganadores" por la nula confianza que me ofrecían. El año que viene será la tercera y, como en las dos anteriores, volveré a "cerrarme de piernas" ante estos mismos perros con distinto collar que zascandilean por el pais.

    Sigo pensando en la romántica idea de que fueramos racionales y pudieramos vivir en completa anarquía (ya sabes, sin líderes, no sin orden...)

    Un saludete "fresquete" ;)

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  3. Así es, amigo. Tendríamos que negarnos todos a votar. Y que se voten entre ellos que son los que se llevan nuestros esfuerzos. Un abrazo.

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  4. Yo soy de los que opinan que el votar te da derecho a 4 años de protestar. No sólo hay 2 partidos, hay numerosos de ellos y alguno de ellos seguro que cuadra más o menos con vuestras ideas.

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  5. En un país tan politizado como Rep.Dom. también ocurren cosas como estas, pero aquí no es un tema de ideologías políticas sino "quien roba más y hace más con lo que roba", buscar al candidato menos malo... es un insulto!!! Pero es lo que hay!

    Aquí hay algunos que hasta por un plato de comida regalan su voto.

    En las últimas elecciones congresuales se armó un movimiento llamado "Voto por Ninguno" protestando pacíficamente y presionando para que en la boleta electoral se pusiera la casilla "Ninguno", porque ninguno de los candidatos le representaba. Bien... eso no prosperó, pero sí, como el voto NO es obligatorio, mucha gente ni se molestó en salir de su casa a votar, y la abstención dice la oficialía que fue de un 35% (a mí me da la impresión de que ellos dividieron la cifra real por dos).

    ¿Un desastre necesario? No sé... como dicen acá: "Papeleta mató a menudo" (para decir que un billete mató a una monedita, el dinero es el que mueve todo en estos aspectos.)

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  6. No es que sean todos iguales, el problema es que el poder corrompe y algunos son honorables, hasta que obtienen el poder.
    -Votar en blanco o no votar, es regalar el voto a los que obtengan la mayoría, pero votar a otro es tirar el voto: no hay mucha elección, al final ellos siempre ganan.

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