domingo, 9 de noviembre de 2014

Dos letras



Sabré que hay extrañas
personas que logran
quitarnos el frío
espacial de ser solos,
sabré que el amor
a todos nos salva
del modo en que sé

que sólo preciso
dos letras al lado.

Cuando octubre agonice
y se cuele su tarde
pesada y oscura
adentro del cuarto...

Cuando el sueño sea largo
y la cama deshecha
señale una ausencia
constante y grosera...

Cuando al subir la persiana
no escuche un zumbido
de alas de abejas
y moscas golosas...

Cuando marque el reloj
las seis de la tarde
y la casa se abrase
de puro silencio...

Cuando el recuerdo
se empeñe obstinado
en borrar el latido
del tiempo presente...

Sabré que hay extrañas
personas que logran
quitarnos el frío
espacial de ser solos,
sabré que el amor
a todos nos salva
del modo en que sé
que sólo preciso
dos letras al lado.

Cuando mis manos
no huelan al fruto
que calma mi hambre,
mi sed y mi ansias...

Cuando el mundo se mueva
sin otro sentido
que dar una vuelta
tras otra sin más...

Cuando sobren palabras
y falte el aliento
y empiece hacer frío
y todo sea nada...

Cuando sople el levante
y el salitre del norte
parezca una luz
imposible y antigua...

Cuando octubre agonice
y se cuele en mi pecho
su tarde incansable
de horas nostálgicas...

Sabré que hay extrañas
personas que logran
quitarnos el frío
espacial de ser solos,
sabré que el amor
a todos nos salva
del modo en que sé
que sólo preciso
dos letras al lado:

tú.


El Sietemesino

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