Los inquilinos

Desde que tengo uso de razón,
y de sentimiento,
dos inquilinos
riñen en la misma pensión
que treinta años...

... atrás regento.

Vocifera el Uno sucesos,

nombres y fechas,

sonando su monólogo

realmente convincente

a pesar de no decir

nunca lo que siente.

Le contesta el Otro

haciendo mención de miradas,

suspiros y nosequé de la conciencia,

siendo muy creíble su perorata

aunque jamás diga

lo que piense.

Y así, de arriba a abajo,

de lóbulo a ventrículo

y del sentir al saber anda un servidor,

 en mitad de los dos,

obligado a mediar

si no quiero que los muebles,

las camas y hasta los cimientos

de la pensión,

ardan en la hoguera

de la propia incompresión,

en este incendio

del sentimiento racional

que tiene la razón sentimental.

El Sietemesino