Arrellanados en el canapé
de tu agraciado y plácido aposento,
arrellanados en el canapé
¡apuntalaste mis belfos sedientos!
con un apetitoso, eterno ósculo,
con un apetitoso, eterno ósculo
en tu agraciado y plácido aposento.
Ahora no soy yo el mismo varón
pues desde entonces todo se ha trocado,
ahora no soy yo el mismo varón
¡hasta en mi rostro el color ha cambiado!
tras aquel apetitoso, eterno ósculo,
tras aquel apetitoso, eterno ósculo
ya desde entonces todo se ha trocado.
Fiebre, fatiga, dolor de cerviz,
vómitos, apatía, diaforesis,
fiebre, fatiga, dolor de cerviz
¡so cerda, tenías mononucleosis!
tras aquel apetitoso, eterno ósculo,
tras aquel apetitoso, eterno ósculo
vómitos, apatía, diaforesis.
de tu agraciado y plácido aposento,
arrellanados en el canapé
¡apuntalaste mis belfos sedientos!
con un apetitoso, eterno ósculo,
con un apetitoso, eterno ósculo
en tu agraciado y plácido aposento.
Ahora no soy yo el mismo varón
pues desde entonces todo se ha trocado,
ahora no soy yo el mismo varón
¡hasta en mi rostro el color ha cambiado!
tras aquel apetitoso, eterno ósculo,
tras aquel apetitoso, eterno ósculo
ya desde entonces todo se ha trocado.
Fiebre, fatiga, dolor de cerviz,
vómitos, apatía, diaforesis,
fiebre, fatiga, dolor de cerviz
¡so cerda, tenías mononucleosis!
tras aquel apetitoso, eterno ósculo,
tras aquel apetitoso, eterno ósculo
vómitos, apatía, diaforesis.
El Sietemesino
Me ha hecho mucha gracia lo de la mononucleosis; el humor le da un puntito muy fresco a cualquier poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
jejejeje.... muy bueno!
ResponderEliminar