viernes, 21 de septiembre de 2012

¡Olé!


 
 
 
Cero de hormigón es la tumba
donde la suerte va de banderillas
y fuma largos puros el animal;
apestoso cenicero en el que
la cobardía monta a caballo...

...y auténticas orejas son los trofeos.

Boca de desagüe es la tumba
donde los clarines dictan sentencia
y el afilado acero es exigido;
nocivo, letal  lunar en el que
se levanta en hombros al artista
y bañado es por aplausos y claveles.
 
Cañón de escopeta es la tumba
donde el ébano escupe sufrimiento
y se atraganta con sangre la arena;
sucio cubo de basura en el que
la guadaña se viste de luces
y entre miles de pañuelos se le aclama.
 
Redonda, vilmente redonda
como la húmeda y roja moneda
que permite disfrutar de la farsa;
redonda como el carnoso anillo
con que disparo a esa costumbre
llamada, todavía, arte y cultura.
 
El Sietemesino
Imagen (Google)

2 comentarios:

  1. Felicidades por el valiente y bien construido poema de denuncia contra esa perversa costumbre de disfrutar con el sufrimiento ajeno y a la algunos se empeñan en llamar "la Fiesta Nacional", para vergüenza de la nación.
    Saludos y un abrazo

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