martes, 27 de diciembre de 2011

La cofradía

 

Mi nombre es Divad Trever Zepól
y pertenezco a la cofradía
de los estropeados corazones,
peculiar sociedad limitada
constituida por audaces seres
que de nuestras vidas expulsamos
tabaco, grasas, alcohol y sal.
Somos, claro, una raza especial
capaz de saber cosas tales...
...como para qué sirve un stent,
 qué fin tiene un betabloqueador,
dónde se halla la R.C.A.
o cuánto puede doler la muerte
 dado que una vez nos tocó morir.
Nadie, salvo nosotros, conoce
cada esquina, cada pasillo
cada rincón del frío hospital,
que noche sí y noche también
visitamos para volver a oír
"no se preocupe, es ansiedad,
nada que no arregle el diazepam".
 Aquel que mostrare su interés,
podría buscarnos y encontrar
en parques, avenidas y playas
andando con bastante premura,
vistiendo chándal, zapatilllas
y pulsómetro en la muñeca;
¡cuidadito con bajar la guardia!.
Por cierto, este es nuestro secreto:
por la mañana al desayunar
nevibolol (5 miligramos)
de noche, justo antes de cenar,
simvastatina (40 miligramos)
adiro, efient y ramipril
al mediodía para yantar.
Recuerda: mi nombre es Divad Trever
y pertenezco a la cofradía
de los infartados corazones,
peculiar sociedad secreta
constituida por pálidos mártires
que de nuestras vidas expulsamos
los dulces placeres de la vida.

El Sietemesino
Imagen (Google)

4 comentarios:

  1. Mi padre también pertenece a esa cofradía, querido.
    Recupérate y deja que te mimen (o te mime...)

    Un besazo.
    Ta ta.

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  2. Mientras uno no se quede sordo, siempre quedará el placer de la música....

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  3. A recuperarse y no excederse en estas fiestas

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  4. Bueno, estar vivo es el más dulce placer, así que Divad puede estar contento ;)

    Un saludo :)

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