martes, 27 de septiembre de 2011

Tarde resplandeciente




Hoy el Réquiem suena mejor que nunca: 
los violines y el órgano,
el timbal y el contralto, 
los contrabajos y la soprano...
todos los instrumentos suenan diferente. 
Quizá han tenido algo que ver las cervezas
o el tomar conciencia de la realidad.
No lo sé. Ni quiero.
Pero esta tarde el Lacrimosa es más brillante,
más trascendente.
Y verdaderamente se agradece...
 ...algo así
cuando se tienen sesenta céntimos en el bolsillo
y nadie espera en el sofá
para preguntar qué tal ha ido el día. 
A pesar de lo perdido y lo encontrado,
a pesar de los boquetes de mi vida, 
el viejo Mozart parece jodidamente más inspirado.
Sin embargo, por la ventana se cuela el viento 
de finales de Agosto
y Septiembre se acerca con su trágico día ocho.
No obstante, y aunque la planta de marihuana se ha secado,
este miércoles tiene algo de hermoso.
Puede que las cervezas o el hecho
de haber tomado conciencia de la realidad.
Lo ignoro. 
Solo sé que aunque el sol brilla con menos fuerza 
y las calles esconden remesas y remesas de humanos
dispuestos a robarme los sesenta céntimos
o el miserable trabajo de quitamierdas,
me siento cojonudamente bien aquí, ahora,
atendiendo a la obra maestra
del pálido Wolgang
y tú y yo brindamos por eso.
Por eso y porque me importa una mierda
que ella vuelva a mentirme.

El Sietemesino
Imagen (Google)

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