José Manuel Llorca. Un nombre que a muchos nos suena a chino, pero que trae de cabeza a la justicia española: así se llama el hombre más buscado de la península. Todo un personaje cuya agitada vida merece ser trasladada a la gran pantalla.
Llorca, natural de La Seu d'Urgell (Lleida), "es como un banco Suizo. Recogía dinero de todo el mundo. Miles de millones de euros. Gente vinculada a guerrillas africanas, amigo de traficantes de armas en la antigua Yugoslavia, mafiosos rusos, traficantes de droga italianos... Todos le confiaban su dinero para que él lo invirtiera y lo introdujera en el mercado legal, lo limpiara, digamos", señala el que fuera uno de sus abogados.
Imputado por casos tan populares como Ballena Blanca, Fórum Filatélico u operación Malaya, no se le ha podido, sin embargo, juzgar todavía. Nadie sabe dónde está, ni qué rostro tiene a día de hoy; tampoco si su verdadero nombre es el arriba mencionado. De Llorca sólo se tiene constancia de que cuenta 62 años, está divorciado, tiene dos hijos y es un mago de las finanzas, "magia" que le ha llevado a amasar una fortuna imposible de estimar actualmente.
"Por momentos sientes que persigues a un fantasma", llegó a declarar un inspector de policía. Y no debe ser para menos, puesto que el fugitivo más rastreado viaja por...
...el mundo con tres pasaportes legales (dos británicos, a nombre de Carlos Rodríguez y Simon York, y uno español) y actualmente se sospecha que reside en Venezuela (según la policía, con pasaporte venezolano a nombre de Charlie Rodríguez). Un hombre capaz de blanquear dinero a través de la bolsa por mediación de una empresa ficticia llamada Dalt, cuyo valor fue el más cotizado en la bolsa de Valencia en el año 1997, y de fundar una sociedad con la denominación "garzon Investment" en recuerdo al magistrado Garzón (único juez, hasta la fecha, capaz de sentarlo en el banquillo de los acusados). Un hombre realmente fascinante que ha logrado sacar el máximo partido de un parasitario sistema el cual, tampoco, ha podido darle caza. Pues José Manuel Llorca, igual que el excelente atleta, ha ido esquivando las vallas de la legalidad con tanta maestría, que ni siquiera las ha rozado.
¡Esto es un financiero y no los de Wall Street!.
...el mundo con tres pasaportes legales (dos británicos, a nombre de Carlos Rodríguez y Simon York, y uno español) y actualmente se sospecha que reside en Venezuela (según la policía, con pasaporte venezolano a nombre de Charlie Rodríguez). Un hombre capaz de blanquear dinero a través de la bolsa por mediación de una empresa ficticia llamada Dalt, cuyo valor fue el más cotizado en la bolsa de Valencia en el año 1997, y de fundar una sociedad con la denominación "garzon Investment" en recuerdo al magistrado Garzón (único juez, hasta la fecha, capaz de sentarlo en el banquillo de los acusados). Un hombre realmente fascinante que ha logrado sacar el máximo partido de un parasitario sistema el cual, tampoco, ha podido darle caza. Pues José Manuel Llorca, igual que el excelente atleta, ha ido esquivando las vallas de la legalidad con tanta maestría, que ni siquiera las ha rozado.
¡Esto es un financiero y no los de Wall Street!.
El Sietemesino
Imagen (Google)
Uf la verdad es que hay que valer para ser tan capullo, no tengo ni idea de quién es, ni siquiera lo había oido pero con esos amigos que tiene a ver si no está por alguna cuneta tirado, un abrazo :-)
ResponderEliminarSerá que no quieren agarrarlo... Lo mismo pasa con Bin Laden ¿O es que somos capaces de creer que los gringos con toda su tecnología y miras telescópicas y cámaras en los satélites no son capaces de ver cuántos granos de arroz hay en el plato de un Irakí?
ResponderEliminarBueno... para mí que no lo quieren agarrar, y es simplemente porque todos tienen tejado de vidrio y saben que cogerlo significa una lluvia de piedras.
Bueno, ya he visto que el pajarito se ha hecho la cirujía estética y aprece con una pibita en el caribe o donde coño esté. Un personaje más en la fauna del "todo para mí porque soy el más listo". Personalmente no me causan ninguna impresión. Así, sin pensarlo mucho, me salen unos doce parecidos. Al final acabará en la trena o de tertuliano en Interconomía.
ResponderEliminarNO creo que haya que venerar a sujetos como estos que viven de ayudar a toda la basura del planeta sin el mas mínimo escrúpulo y con la única intención de su lucro personal.
ResponderEliminarSoy un enamorado de los ladrones de guante blanco, pero los de este tipo, simples ambiciosos sin escrúpulos, son repugnantes.
Ojala lo pillen, a este y a muchos más. Hacen más daño estos tipos que otra gente que pueda ser más facil de pescar y meter entre rejas.
ResponderEliminarPues a mi me cae bien, qué coño!!! Aunque os parezca mentira, no hace nada que este sistema económico que tenemos, no le permita. Blanquear, no seáis ingenuos, aquí en este país, lo hace hasta el hijo de la pescadera de aquí al lado. En eso, y en la fiesta somos los mejores. La diferencia, es la cantidad de dinero. Ladrón, caradura, sinvergüenza, chorizo...si, no puedo quitaros la razón, que trafica con armas, drogas, esto me suena. Si le ponemos corbata es clavadito a todos nuestros políticos...hay que joderse!!!!
ResponderEliminarPues vete tu a saber donde para este tio! cualquier sitio puede ser válido con tanto dinero en el bolsillo, la verdad es que da un poco de tufillo de la chusmilla que abunda por ahí! y encima que no "sepan" dónde está!... a lo mejor se lo ha cargado alguna mafia rusa en ajuste de cuentas.... quién sabe... o quizás anda tan pancho riéndose de todo quisque.... pues lo mismo, hay que joderse! Un beso sietmesino.
ResponderEliminarMadre mía, vaya un tío inteligente y escapándose de la justicia... Increíble.
ResponderEliminarIncreible pero cierto, es de gran admiración contemplar como los mortales aplaudimos la eficacia a la hora de sortear la autoridad, la justicia y la solidaridad por parte de sujetos más o menos conocidos, pero sobre todo pensando que: ..."de tener una oportunidad, todos hubieran hecho lo mismo"... . Pues NO, no admiro a tal sujeto y espero que la larga mano de la ley le eche el guante, aunque me reservo la creencia particular en las diferentes administraciones.
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