sábado, 6 de noviembre de 2010

Amigos virtuales


Creo que todos tenemos amigos virtuales, esos con los que compartimos juegos, conversaciones, música e incluso sexo, jajajajaja... Estos amigos han hecho que nuestra soledad, ahora la acompañemos con otras soledades, es decir, todos queriendo huir de nuestra soledad nos hemos enfrascado en este mundo virtual, en el que nos encerramos sin darnos cuenta de que es otro tipo de soledad. Soledad virtual.

Antes, no hace mucho tiempo, tal vez 12 ó 15 años, la amistad se limitaba a nuestro entorno más cercano: el conductor de autobús, el hijo del panadero, la vecina de arriba o el sobrino de Carlos, el barrendero. Sin embargo, de un tiempo a esta parte saludamos poco, si es que lo hacemos, al chófer del autobús, el hijo del panadero permanece aislado en su casa con un vaso de nocilla, un paquete de magdalenas y la Play, y la vecina del quinto, la de arriba, hace tiempo que se mudó, con lo cual, me he visto en la postura forzada de ¿expandir? mi sentimiento de amistad desperdigándolo, repartiéndolo y, en ocasiones, incluso maltratándolo al entregarlo a identidades anónimas, a veces sin rostro, que, como yo, buscan destensar su soledad.
Pero no es tan negativo como parece, si eres lo suficientemente cauto y haces una selección de dichos amigos virtuales, de hecho, creo que este ha sido nuestro caso, puede surgir una verdadera amistad de carne y hueso, me explico, el hacer dicha selección me ha facilitado en varias ocasiones unos amigos con los que compartir todo tipo de experiencias y, en algunas ocasiones, nos hemos llegado a ver en la vida real y ha sido fantástico comprobar que esa amistad podía continuar fuera de este mundo virtual. Por lo que, según seas de selectivo, este medio no es tan malo ni dañino como en un principio pudiera parecer. Sí, se trata, en parte, de ser cautos y saber. Saber, conocer, profundizar, indagar en el otro, ese ente sin ojos, ni culo, ni pelo, ni aliento... Esa voz lejana, sometida a concienzudos análisis, puede proceder, por qué no, de alguien cuyas intenciones sean fiables, pero...¿y qué?. Al final creo que todo se reduce al tiempo, cuanto más tiempo invertimos en una cosa, más dejamos de invertir en otra; tres cuartos de lo mismo sucede con las personas: está de puta madre contactar con personas, con las cuales, por razones geográficas, hace unos años no hubiésemos podido siquiera hablar, eso es maravilloso, sin embargo, mientras uno emplea su tiempo en chacharear con menganito de Oviedo, deja de buscar al sobrino de Carlos.


Foto (Google)

4 comentarios:

  1. me alegra mucho q te hayas decidido a hacer esto, espero y deseo q disfrutes con ello y q pongas todo lo q se te pase por la cabecita. y que razon tienes en todo lo q has puesto, me siento muy identificado, aunq nos separe tanta distancia fisica, q la distancia emocional es nula jejeje. besotes

    ResponderEliminar
  2. ¿Sabes qué? A veces el manganito de Oviedo ayuda más que se sobrinito de Carlos, o tu amiga de la escuela...

    Equilibrio entre unos y otros, los pies en la tierra, y y la vida se hace más rica en experiencias ¿no crees?

    Abrazo inmenso

    ResponderEliminar
  3. HOLA, SALUDOS DESDE CANCÚN MEXICO. Es interesante tu blog,gracias por visitar el mio. con respecto a esta reflexión te diría como se dice por aca:
    ¡ni tanto que queme al santo,ni tanto que no lo alumbre! Buscar un optimo balance entre lo virtual y real es lo más sano. Imaginate que por ejemplo ahora estoy haciendo amistad con alguien que esta en España es magnifico, un abrazo desde mi tierra y espero que sigamos en contacto...

    ResponderEliminar
  4. jejejeje,jejeje...bien, juguemos al amigo invisible... jejeje ¿quién lo ha visto?

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.