viernes, 24 de octubre de 2014

Corazones

Esta es la historia, que aunque parezca muy manida es muy real y en la que muchos nos vemos reflejados, de dos corazones que estaban rotos y solitarios en un mundo lleno de angustia y desesperanza. Uno era ya un corazón viejo y maltrecho lleno de heridas, muchas de ellas sin cicatrizar de tantas batallas perdidas y el otro un corazón joven inexperto que estaba sufriendo por el desamor y la soledad.

Una tarde sus caminos se cruzaron en una realidad paralela y desde ese momento se hicieron inseparables aún con sus diferencias. Conversaban y conversaban sobre todo y así fueron tejiendo sus vidas el uno al lado del otro aunque, estuvieran separados y nunca se hubieran visto en realidad, se hacían compañía y no podían estar el uno sin el otro.
El corazón más viejo intentaba ayudar a que el más joven se sobrepusiera a sus pesares y viera el futuro con esperanza ya que, era muy dado a ver siempre el lado oscuro de la vida y el más joven hacía compañía al más viejo para que no se sintiera tan solo y lo más importante es que, le hacía creer que aún no estaba todo perdido y que aún le quedaban muchas fuerzas para volver a latir con ilusión y esperanza;
durante mucho tiempo se hicieron confidencias y se ayudaron a curar las heridas. Cada uno le contaba al otro lo que le pasaba, sus incertidumbres, sus anhelos, su dolor, su soledad y sobre todo sus ganas de compartir ilusión. Se complementaban en todo momento en distintas circunstancias de sus vidas en las que enfermedades y sucesos muy tristes les abatían.
Siempre intentaron que sus caminos se cruzaran pero la vida ( que es muy sabia ), les puso piedras en el camino y siempre cuando planeaban y fantaseaban de como sería su encuentro en el mundo real, acontecía alguna circunstancia que les hacía tener que aplazar dicho encuentro.
Y así fueron pasando los meses y los años, llenos de conversaciones, de risas y de confidencias por lo que, su relación fue haciéndose cada vez más íntima y personal. El corazón joven confundía aquello con amor y el más viejo intentaba no caer en esa ilusión porque no quería atar a ese joven corazón a su ya desgastado destino, no era justo para él aunque se negará a verlo,  porque también le amaba y deseaba para él un futuro mejor, por lo tanto, empezó a distanciarse poco a poco de él esperando que así, al tener que estar más tiempo solo rehiciera su vida, porque ya lo notaba con fuerzas para volver a empezar a sentir. Era un proceso doloroso pero necesario, por mucho que esto le costara.
Por fin un día, otro corazón solitario, joven como él. se cruzó en su camino y al ser los dos coetáneos la naturaleza hizo el resto.
Se buscaron, se vieron y por supuesto se enamoraron. El corazón viejo sabiendo que eso era lo que su buen compañero necesitaba, se apartó para dejar que ellos siguieran su camino, aunque con la pena de no haber sido más joven para haber seguido sus sentimientos.
Y así fue, como el corazón viejo y solitario siguió su camino con el recuerdo de su compañero de soledad sintiéndose feliz de que, la vida le diera la oportunidad de rehacerse y palpitar con todas sus fuerzas por el amor que ahora tenía a su lado para que pudieran emprender un futuro juntos y por supuesto siempre queriéndole en la distancia agradecido de que siguiera considerándole su amigo y quisiera compartir con él su felicidad.

La minina

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