Los hay que todavía usan pañales,
los hay profundamente agradecidos,
los hay que nunca se han humedecido
y hasta los hay, por suerte, ocasionales.
Unos alivian dolores fatales,
otros están totalmente prohibidos,
algunos varios caen en el olvido
mas en el fondo son todos iguales.
Mismo dan comunistas que solteros,
velludos, deportistas o extranjeros;
es secundario cuanto hacen o pacen,
que nada te importe sean cuales fueren
menos aún que el tiempo le ponga arrugas,
granos, canas, lunares ni verrugas:
al fin los hombres por un coño nacen
y, a la postre, por un coño mueren.
El Sietemesino
Imagen (Google)
Uno de mis poemas favoritos, digno del mejor Quevedo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si por un coño nacemos
ResponderEliminary por un coño matamos,
a él siempre nos arrimemos
para aún no siendo sus amos
dar nuestro esfuerzo supremo.
Muy bueno. Pero advierto, De Prada empezó escribiendo un libro acerca de los coños y hoy es punta de lanza de la Santa Madre Iglesia. ¿Te arrepientes, pecador? ;P
ResponderEliminarUn saludo ;)
El alfa y el omega, el principio y el fin...
ResponderEliminarCoño! pues es verdad.
ResponderEliminar¿Pero qué coño es esto? :D
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