jueves, 29 de marzo de 2012

Autobiografía del anonimato




Adorador del placer inmediato,
consumidor de mentiras piadosas,
subcampeón siempre que el juego trata de dos
y soñador porque el mundo me ha hecho así.
Alto soy de mirar bragas tendidas,
verde como el trigo verde, verde limón,
tan incapaz de planchar bien un calcetín,
como hábil si lo que toca...
...es filosofar.

Historia de una huella en la nieve,
de un cabello en la cabeza de un hippie,
de un número cualquiera en el dietario;
historia de una gota en el fregadero.

No me pidas fiesta el sábado noche
ni tragarme un concierto de Bon Jovi,
prefiero el ambiente Dies Dominicus
y vientos del sur que me traigan cierta voz.
Por una paella de la abuela muero,
viendo jugar al Barça resucito,
pero si Sonia todavía me dice "ven"
dimito hasta de las siestas veraniegas.

Grito de una estrella en la sopa,
de una mancha de vino en la bodega,
de una migaja de pan en el mantel;
grito de una brizna de hierba en el jardín.

Como me enamoro más que respiro
he aprendido a sufrir sin que se note:
hago la cama, saco al perro, cocino
y las gafas de sol cubren el resto.
Y aunque no tengo coche, ni trabajo
ni novia, ni hijos, ni dinero, ni iPhone
a un servidor lo redimen dos cosas:
la sangre del boli y la carne del papel.

Vida de una nube en la tormenta
de un punto despistado en la galaxia,
de un condón en una casa de citas;
vida que no cambio por nada ni nadie.

El Sietemesino
Imagen (Google)

2 comentarios:

  1. Haces bien. Bastante difícil es encontrar un punto de equilibrio como para cambiarlo por las fugaces exigencias de las modas

    Un abrazo ;)

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  2. Buena oda a los pequeños placeres que hacen la vida más feliz.

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