jueves, 7 de julio de 2011

Desaparición en la catedral

Bien podría ser el argumento de una de las tantas novelas de moda que hoy llenan junto a El Código Da Vinci o El Misterio de la Sábana Santa las estanterías reservadas a los libros más vendidos. Que no los mejores.
Hablo de la desaparición del Codex Calixtinus, una obra conservada en la Catedral de Santiago y datada en el siglo XII cuyo valor es incalculable.
Esta joya de las letras que no es sino una especie de guía donde pueden leerse consejos, posibles alojamientos y costumbres de las gentes que vivían a lo largo del Camino, fue echada en falta el martes por la tarde.
El también llamado Códice Calixtino, que no estaba asegurado dada su difícil tasación, se guardaba en una cámara a la que solo tenían acceso dos investigadores y el deán de la Catedral, José María Díaz.
Precisamente el Sr. Díaz ha declarado al ser preguntado si sospecha de alguien que "si lo sé no lo digo, si sospecho de alguien no lo digo. Primero, porque es pecado hacer juicios temerarios y, en este caso, y si es un juicio temerario interior para este fin puedo formularlo...
...pero nunca manifestarlo. El que se lo llevó, sabía de qué se trataba, de su incalculable valor y cómo llegar a él".
En El Correo Gallego, sin embargo, dan un paso más y barajan la posibilidad de que el hurto sea obra de una banda organizada contratada por algún coleccionista. Otras fuentes opinan sin dudarlo que el ejemplar ya está fuera de las fronteras españolas.
Como es lógico, a día de hoy nada se sabe con certeza, ni quién ha podido perpetrar el delito ni cuál es el paradero de tan fascinante obra. No obstante, y si el refranero popular es veraz, el autor de los hechos puede vivir algo más tranquilo de ahora en adelante, ya que quien roba a un ladrón, dicen, tiene cien años de perdón.

El Sietemesino
Imagen (Google)

6 comentarios:

  1. Al cura este le han untado para que no diga nada.
    (entiéndase de vaselina el culo)

    En fin, "quien roba a un ladrón..."

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  2. Es una pérdida importante de nuestro patrimonio y por tanto una desgracia.

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  3. Hola sietmesino!!! estoy completamente de acuerdo con Piedra pienso que este se ha llebado una sartada de calderilla para acallar quien se lo llebó!. Un besito enorme!

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  4. La cosa tiene su "aquel" como decimos por aquí. Solo tenían acceso tres personas, el lugar estaba bien custodiado, estaba cerrado en una cámara blindada... Esto da mucho que pensar, no creéis?? Deben andar por aquí los del C.S. I.... jeje.
    Besos,

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  5. No me gusta el Código Da Vinci, pero este libro ha deber sido valiosísimo. De todas maneras, no podría ser que ha sido ese cura pues "no podría decir, a ciencia cierta, sin saber primero..." Jajajaja, saludos amigo.

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  6. Yo sospecharía del monje albino, del adinerado Lord de fino bigote y monóculo o de la maquiavélica, a la par que explosiva, pelirroja (mira por donde, encajo perfectamente en la última descripción...)
    No te lo voy a negar, yo si pudiera, también robaría algo así... en el mercado negro ha de tener un valor interesante.

    Por cierto, no veas de que manera me están sangrando los ojos... quizás se deba a ese "llebó" que pulula por la zona.

    Saludines ;)

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