viernes, 22 de noviembre de 2013


Si no hubiese tanta alergia a la verdad, existirían menos mentirosos.



A día de hoy, España no es más que una hebra de carne zarandeada caprichosamente por el pico de esa gaviota que la gobierna.

Qué pena querer que el tiempo pase, cuando lo único que somos es precisamente eso: tiempo. Y cada vez menos.

Hay mujeres tan poderosas, que con sólo pensarlas convierten...... al hombre en un río de marfil.

A veces no es que la vida sorprenda, sino que el hombre se deja sorprender desde el momento en que pronuncia "nunca" o "siempre".

¿Hay algo más romántico que el corazón de un poeta infartado?

Vivimos en una sociedad zombificada donde nada importa lo suficiente y en la que sólo el brillo de unas cuantas monedas parece arrancar un destello de vida a los ojos de sus habitantes.

Asesinar la expectativa es también abortar la frustración que lleva en su vientre.

Una sílaba de más o de menos, una asonancia entre consonancias, cargar con otro adjetivo un mismo verso... Eso, todo eso, yo lo llamaría imprecisiones poéticas, pero nunca errores. El error sólo es uno. No haber escrito poesía.

Quien recuerda sus raíces, no olvida cómo ser feliz.


El Sietemesino

2 comentarios:

  1. "Qué pena querer que el tiempo pase, cuando lo único que somos es precisamente eso: tiempo. Y cada vez menos"
    Estupenda reflexión

    ResponderEliminar
  2. ...Una gaviota que además no deja de cagarnos encima.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.