Existe afuera un jardín
efímero, hermoso y sutil
por nuestra ceguera ignorado.
Guardamos adentro un mar
grandioso, profundo e inmortal...
y así,
... por nuestra ignorancia obviado.
Lo de afuera
y lo de adentro,
y lo de adentro,
lo grandioso
y lo sutil,
y lo sutil,
lo inmortal
y lo efímero...
y lo efímero...
Mudo, ciego, sordo,
todo ajeno a nosotros
porque sobran excusas
p'a que falten razones,
porque estamos aquí
pero somos sin ser.
Borrachos de ruido
y sobrios de música,
repletos de orgullo
y faltos de amor,
y faltos de amor,
cargados de aire
y escasos de oxígeno
pensamos en fuentes
urgiéndonos agua.
urgiéndonos agua.
Mirando el envase
olvidamos lo envasado,
tocando la cáscara
omitimos la molla
y así,
de vacío atestados,
risueños y osados,
aún
nos nombramos
ejemplo de todo
llamándole Vida
a este ejercicio
a este ejercicio
de inspirar y exhalar.
El Sietemesino
Imagen (Google)
Efectivamente, primo, la vida está ahí fuera. Sólo hay que atreverse a cogerla... por los huevos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado.Para mí refleja exactamente lo que dice y/o insinua : el aburrimiento que conlleva la falta de amor,de capacidad de perdón,de alegría,de salero...de espíritu.Somos bastante zombies,sí, y por eso no es de extrañar que nos deprimamos(o al menos se depriman otros).
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