Tinta roja
abrasa la arena del Sáhara.
Tinta de las venas
de niños, mujeres y hombres.
Litros y más litros de sangre
con los que escribir
las vergüenzas del hermano
que observa la injusticia,
pero que permanece callado
por temor a que se le escape
el aire de Ceuta y Melilla
que llena su boca.
los niños siguen muriendo,
las mujeres siguen muriendo
y los hombres siguen muriendo.
El Sáhara sangra
la indiferencia del hermano
al que jamás le negó la sombra
ni los frutos
de sus generosas palmeras.
Sí, sangra El Desierto,
se le escapa la vida
al pueblo saharaui,
pero el silencio,
un silencio oscuro
como el lomo del atún,
es lo único que ese hermano
sabe contestarle.
Foto (Google)
El Sietemesino
Me ha gustado mucho este poema, desde luego se te da muy bien escribir y retratar desde la cruda realidad lo que está pasando en el Sahara.
ResponderEliminarEs triste, y vergonzoso, el mutismo del gobierno español ante el problema saharahui...
ResponderEliminarMiles de besos como estrellas