Caos es un país con el transporte público paralizado, los aeropuertos no operativos, las
escuelas y las fábricas clausuradas, las calles colapsadas por toneladas de basura y las farmacias, gasolineras y panaderías cerradas.
escuelas y las fábricas clausuradas, las calles colapsadas por toneladas de basura y las farmacias, gasolineras y panaderías cerradas.
Caos es ir ya por la décima huelga general y tener un primer ministro que afirma, a propósito de las legítimas protestas del ciudadano, que la nación no puede ser un rehén de la rebelión.
Caos es querer reducir el PIB un 2,1% en un año mediante despidos, subidas de impuestos y recortes tanto en los ingresos como en las pensiones a fin dealcanzar el objetivo marcado por el gobierno: recaudar 7.100 millones...
...de euros en 27 meses.
Caos es, abreviando, la situación que vive el pueblo griego actualmente. Un estado de confusión y desorden originado por la misma causa que atenaza a Portugal e Irlanda.
En el centro de la vorágine, rodeados por la miseria de los países vecinos, nos encontramos nosotros.
Para un español mirar al horizonte significa, por tanto, desesperanza, incertidumbre y miedo. Miedo al
constatar que su desdicha no ha hecho más que empezar.
En tan dramática tesitura no es de extrañar que muchos de nuestros parados, embargados e, incluso,
desahuciados reprochen cierta pasividad a la plataforma Democracia Real Ya. Es normal escucharles decir, dado el grado de desesperación, que "no conseguimos ni conseguiremos nada", que "solo son cuatro porretas perro flautas", que "hay que ser más contundente", que "de nada sirve". Es lógico, en parte tienen razón. En parte.
Obvian que la ebullición es un proceso largo y lento. Omiten que la revolución no reside en la crítica, sino en la acción. Se dejan en el tintero que el cambio llega a través de la creencia y la constancia. Olvidan que
su derrotismo es un voto que solo fortalece a sus verdugos. Tal vez desconocen que ya se ha dado el paso más difícil: cambiar la mentalidad de miles de personas.
El Sietemesino
Imagen (Google)
Es realmente caótica la situación ahora en algunos países europeos como Grecia, Portugal e incluso España. Aunque los políticos lo intenten pintar a su manera diciendo que se saldrá de la crisis, la verdad (y en mi opinión) tal y como vamos, no iremos a ningún sitio. Hay que tomar cartas en el asunto ya, porque esto se puede ir de las manos. Pero, como has señalado también, el paso más importante, el cambiar la mentalidad de miles de personas, ya esta dado, ahora sólo nos queda esperar a que la lucha entre todos valga para algo.
ResponderEliminarUn saludo! :D
PD: perdonad si no me paso tanto como quisiera por aquí..pero entre las clases no me da tiempo..
Todos debemos poner de nuestra parte y no quedarnos de brazos cruzados esperando que otros resuelvan nuestros problemas, porque ya vimos que así no vamos bien.
ResponderEliminarLo lógico es que los trabajadores hagan notar que sin ellos el país se vendría abajo, y que los estudiantes sigamos centrados en lo que nos toca, digan lo que digan, para tratar algún día (aunque sea desde la cola del paro) levantar la voz, que nuestros estudios han forjado, para cambiar o contribuir al cambio que tanto necesitamos.
Y, por supuesto, pensar las cosas con coherencia y no hacer leyes con miedo a otros u obligados por las circunstancias, sino con miras al futuro y siempre con el consenso del pueblo, que al fin y al cabo es siempre el afectado por la burocracia y la política del país.
Ese es nuestro futuro, pero no podemos pasar a la acción sin saber con qué fuerzas contamos, a ciegas, contra unas fuerzas bien preparadas, y lo que es peor, que cuentan con el apoyo de las urnas, cosa que nos guste o no es una realidad.
ResponderEliminarPor tanto debemos de ser muy prudentes y medir muy bien nuestras acciones, haciéndolas con los apoyos necesarios (sindicatos, asociaciones, etc.), y empezar a pensar ya en el futuro, en el 2015 para lograr un pacto de izquierdas, un izquierda unificada, una especie de frente único. La derecha está unida y la izquierda fragmentada; acabemos con eso si queremos con seguir nuestros fines. Empecemos a fraguar la idea de una izquierda única con un programa básico para conseguir recuperar la democracia y los derechos y libertades que se nos han robado. Lo demás es quemar cartuchos inútilmente. Pensemos en ello.
Saludos y un abrazo.
Es difícil saber que hace, y contra quien hacerlo. Suena humillante y lo es, pero no sabemos quienes son los verdaderos culpables de que sehaya llegado a esto. Todo está difuminado...
ResponderEliminarUn saludo :)
Estoy con Carlos Galeon
ResponderEliminarNo se puede combatir al sistema desde el sistema, es absurdo pensarlo siquiera.
ResponderEliminarLuchar contra el sistema, lo refuerza por paradójico que parezca, ya que justifica una serie de medidas tomadas para combatir esas agresiones. (como en el caso del terrorismo).
Sacad vuestro dinero de los bancos, no consumáis en grandes almacenes, no gastéis más que lo imprescindible, no seáis esclavos del sistema de consumo capitalista, No voteis, no pongáis la tele, es muy fácil salir del sistema, y entonces... no tienen ningún poder sobre ti, eres libre.