La quietud abarca todo el instante;
una rara, bella y profunda paz
una rara, bella y profunda paz
que a los sentidos devuelve su sentido.
En esta nada que alivia las almas
En esta nada que alivia las almas
no existe más que un lento respirar
y lo importante deja de importar.
Apenas entre latido y latido
viene a florecer pensamiento alguno
mientras dura este misterio de carne
que me hace visible la realidad.
El Sietemsino
Imagen (Google)
Encuentro una implícita y quizás inconsciente referencia a "La llama doble" de Octavio Paz, y a una reconocida canción de los viejos Tacvbos.
ResponderEliminarSaludos y letras.
Sí, es difícil pensar en algo en esos momentos en que nuestro cerebro está dominado
ResponderEliminarpor su parte más ancestral ¿y sabia?
Saludos y un abrazo.
Hay que disfrutar de esos paréntesis que nos concede la vida, pues nada es tan importante que no pueda esperar un buen éxtasis.
ResponderEliminarBello poema que merecería ser publicado.
Un abrazo.
Cuando las almas no se alivian entre los movimientos de sístole y diástole las pausas se prolongan, aunque no sean perceptibles, es cuando andamos muertos sin saberlo.
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