Pasa el tiempo con sus modas musicales, ejemplares de primavera, y yo sigo embelesado por la guitarra más carabanchelera de Madrid.
Forjada a base de orujo y tabaco, ya son más de tres décadas bailando al aire de su voz que enseña que siempre hay una historia.Haga calor o llueva, estén sintonizados los Cuarenta Principales o no se lleven las chaquetas de cuero él aguanta el tipo disparando pan de higo, ¡ojo no te vaya a dar!.
Autodidacta de nariz superlativa y primo hermano de la mala vida,
continúa navegando a muerte sobre inolvidables canciones.
Y aunque cincuenta y siete tacos son cincuenta y siete tacos, nadie es capaz de echarle el guante, de hacerlo callar; nadie puede ser tan eficaz.
Siquiera esos excesos que llenan los cementerios y las bocas de razones para decir que el género ha muerto. Él es la certeza de que no es así; de que el rock está vivo, muy vivo.
¡Larga vida a Rosendo!.
¡Larga vida a Rosendo!.
El Sietemesino
Imagen (Google)
"Déjame que pose para tí, eres tú mi artista preferido. Déjame tenerte junto a mí, prometo estarte agradecido"
ResponderEliminarSerán cosas de la vida, mi pequeño Canijo; pero esta tarde, mientras entrenaba, he estado escuchando al señor Mercado en su disco homenaje "Agradecidos"
Rosendo es, sin duda, uno de los ENORMES de la música de este país.
Un besazo, calamaaaaar... ;)
Y no se ha prostituido, que pocos quedan así.
ResponderEliminarLarga vida a un tipo legal.
ResponderEliminarHay maneras de vivir, y la de este tipo me encanta. Grande Rosendo!!!!!
ResponderEliminarun abrazo.
Sinceramente nunca me ha llamado la atención. Pero parece un currante de la música y sólo con eso ya merece mi respeto.
ResponderEliminarLarga vida a Rosendo y larga vida al rock, aunque ya se sabe... los viejos roqueros nunca mueren.
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