-Bueno, ha sido un placer tener esta tarde en nuestro programa al director deportivo del Sevilla aunque solo haya sido a través de conexión telefónica. Muchas gracias por su amabilidad, suerte para su equipo y disfrute del viaje a bordo de ese taxi en el que ha dicho que va, Sr. Monchi-, dijo una voz al otro lado del móvil que estaba en manos libres. Entonces, el taxista, mirando extrañamente al recién entrevistado, dio un súbito volantazo, pisó a fondo el acelerador y saltó justo a tiempo del coche para ver cómo éste se convertía en un amasijo de hierros, del que los efectivos de rescate extraerían más tarde el cuerpo con vida de su único ocupante y una bufanda verdiblanca que, milagrosamente, quedó intacta. El Sietemesino
Imagen (Google)
Más que divergencias, rivalidades irreconciliables veo yo....
ResponderEliminarhay el opio del pueblo!!!! que nos tiene cada vez más alelados...perfecto para que nuestros gobernantes hagan lo que les salga de allí.
ResponderEliminarun abrazo:))
Mira si me enfada el tema que pongo "h" donde no debo, jjajajajajajaja
ResponderEliminarYo eso lo haría si fuera taxista y se subiera un merengue en mi coche... muajajaja.
ResponderEliminarSaluuuuuditos tardíos ;)
Qué fuerte sietmesino!!! no me enteré!. Un beso y buen viernes pase usted!. Muas.
ResponderEliminarNunca he entendido como se puede identificar una persona con un club, ya que su forma de juegos, sus jugadores, sus directivos, todo cambia, solo mantienen el nombre y a veces ni eso. ¿Se puede sentir uno identificado con una marca, un color?
ResponderEliminarTambién es verdad que nunca pagaría por ver a 22 millonarios jugando al fútbol.
Je je..eso le pasa por ser del bando malo..ja ja..ese taxista mi ídolo :P
ResponderEliminarSaludos ;) buen finde!
PD : A Piedra , uno o una , no se siente identificado con una o color , sino con un sentimiento , que sino se siente no sé entiende.
Taxi driver. Pues aunque parezca mentira, en cierta ocasión Lorenzo Serra Ferrer, a la sazón míster del Betis oé, se viò envuelto en una trifulca parecida con un taxista y un guardia urbano. Buen relato.
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